Sólo Él [Salmos 62:1-2a y 5-6]

 “En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación. El solamente es mi roca y mi salvación…   Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.”

 La tendencia de la espiritualidad en la actualidad es abrir diferentes puertas a distintas creencias que en definitiva puedan hacerle bien a una persona que está con necesidad. Lamentablemente, en muchos casos, nuestro Dios ni siquiera está entre las primeras posibilidades, sino que es una última opción de estas búsquedas.

 Este Salmo nos enseña algo muy distinto, en un momento de extrema necesidad del rey David expresa que solo en Dios está acallada su alma, que solamente él es su roca y fortaleza y que solamente en el Señor reposa su alma. No abre su vida en cualquier sentido, sino que solo busca en una dirección. Sabe que sólo en Dios puede encontrar todo lo que necesita su vida.

¡Todo está en él! No necesitamos otra persona ni otro Dios ni otra esperanza. Nuestra fe debe depositarse a sus pies sin importar lo que estemos viviendo. El versículo 8 del mismo salmo dice que derramemos delante de él nuestro corazón.

Dios nos pide una búsqueda que encuentre en Él una preferencia única y exclusiva. En ningún otro lugar o persona hay salvación para nuestras vidas. No busquemos más nuestro refugio, nuestro descanso o nuestra fortaleza en otros lugares. Solo en Él debe estar acallada nuestra alma. Solamente Él es nuestra roca ¡Solo Él!

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