Uno de los títulos que el profeta Isaías le dió a Jesús es: “Príncipe de Paz”.  Cada título de la lista identifica Su persona y Su actuar.  Este, en particular, muestra la misión mesiánica que reposa sobre Él.   Una misión unificadora y de paz.  Todo debe estar sujeto a Él.  El plan de Dios es reunir todas las cosas en Cristo.

Isaías profetizó que nacería un niño con un gran propósito salvador sobre sí.  

Nosotros sabemos que ya nació.  Dios, por amor, se encarnó.  Se humilló para cumplir el propósito eterno de salvarnos.  Se hizo hombre para llevar todas las cosas de regreso a Él.

Él es Príncipe de Paz.  Él es embajador de la paz.  Él hizo la paz.  Él es nuestra paz.

Hizo la paz con Dios.  Quitó de en medio el pecado.  Anuló el acta de los decretos que nos condenaba.  Pagó el precio de nuestras maldades.  Nos abrió el trono de su gracia.  Podemos entrar confiados y en paz.  Restauró la relación íntima, amorosa y pacífica con Dios.  Somos justificados por confiar en Él.

Además, estamos en paz con la creación.  Debemos gobernarla pacífica y cuidadosamente.  Somos agentes de paz.  La creación misma gime como si tuviera dolores de parto esperando nuestra manifestación.

También, podemos estar en paz con el resto de los seres humanos.  Él abolió las enemistades en la cruz.  Allí creó un único y nuevo pueblo, para Él.  Ya no hay diferencias, ni raciales, ni sociales, ni financieras, ni de status.  Somos todos parte del mismo pueblo.  Somos todos integrantes de Su familia.  Si crecemos en temor de Dios, aún con nuestros enemigos nos hace estar en paz.

Seamos consecuentes con el Príncipe de Paz.  Seamos agentes de paz y unidad.  Seamos de aquellos que vivimos y disfrutamos la paz con Dios.  Cuidemos de nuestra creación estando en paz con ella.  Y, sobre todas las cosas, nunca dejemos que las enemistades ganen lugar entre nosotros.  Jesús ya las mató en la cruz, no las resucitemos.  

Está en paz con tu prójimo, sea hermano, familiar, vecino o enemigo.  

Eso muestra que el Príncipe de Paz gobierna sobre tu vida.

FELIZ Y PACÍFICA NAVIDAD.

¡EL PRÍNCIPE DE PAZ NOS ES NACIDO!