Una Iglesia llena de gracia [Isaías 55:1-2]

Este capítulo del libro de Isaías es muy rico en el propósito misericordioso y eterno del Señor.  Dios guía a su pueblo para ocuparse en las cosas verdaderamente importantes y a descansar en Él en las menos relevantes.

Veo aquí un ejemplo de la Iglesia que Dios quiere.

Dios quiere una Iglesia llena de gracia (v. 1-2).  Una Iglesia donde Él pueda manifestar Su provisión para todo aquel que se reconoce menesteroso. 

Si algo tenemos, es solo por Su gracia.  Aunque nada merecemos, Él nos provee todo.  

Nos brinda pan, leche y vino (símbolos de salud, prosperidad y alegría), todo sin costo alguno para el necesitado.  

Tenga o no con qué pagar, lo del Señor siempre es gratuito e inmerecido.  Dejemos de gastar nuestra vida en aquello que nunca nos saciará.  Oigamos con fe Su voz y tendremos la capacidad de comer y alegrarnos con todo bien.

La Iglesia que Dios quiere sabe dar de gracia lo que ha recibido de gracia.  

La Iglesia que Dios quiere es un grupo de creyentes que, con clara convicción de fe, brindan al mundo todo aquello que han recibido.  Saben que, si algo tienen, es exclusivamente por la bondad inmerecida de Dios.  

La Iglesia que Dios quiere no camina en juicios religiosos y condenatorios, sino que se mueve, vive y brinda “gracia de Dios” a todo aquel que lo necesita.  

Nada merecemos y nada podemos ganar.

Si fuimos perdonados, no fue por nuestra justicia, sino por la misericordia de Dios.

Si fuimos prosperados, no fue porque poseemos grandes capacidades, sino por la misericordia de Dios.

Si pertenecemos a una familia, no fue por nuestros méritos, sino por la misericordia de Dios.

Si vivimos en paz, no es por nuestra armonía interior, sino por la misericordia de Dios.

Si podemos gozar de una esperanza extraordinaria, no es porque somos gente positiva, sino por la misericordia de Dios.

Si aún estamos vivos, no es únicamente porque el corazón late, sino por la misericordia de Dios.

 

Buena semana.

Pr. Carlos Ibarra

 

Devocionales anteriores