Cuando pasamos por problemas de salud vamos al médico.  Él nos indica cómo podemos salir de ese estado.  Le damos al doctor toda la autoridad para que nos aconseje y nos recete medicamentos, pues creemos que él tiene la capacidad de ayudarnos.

Con nuestra salud mental pasa lo mismo.  A veces nos cuesta gobernar nuestros pensamientos y necesitamos ayuda.  Asistir a una terapia nos permite ordenarlos, dándole prioridad a cada uno de ellos. El abrir nuestro interior y hablar con un líder espiritual fortalece nuestra fe para llevarlos cautivos en obediencia a Cristo.   El sabio consejo de un amigo también nos ayuda a ordenarlos.  

Hacer todo esto está bien!!  Pero a veces no alcanza!!  La paz no llega para guardarnos!!

Un ejercicio súper necesario es perseverar en pensar en Dios.  

Pensar en Dios es mantener un estado consciente de conexión con nuestro Dios y Señor.  

Es un estado consciente de pedir auxilio al que tiene todo poder para guardarnos en paz.  Es apropiarse de sus promesas y dejar que la espera paciente de la fe nos ayude a superar los tormentos de la ansiedad.  Es perseverar en cambiar los pensamientos nocivos, autodestructivos y maliciosos por pensamientos de vida, salud y eternidad que nos llenen de esperanza.  Es perseverar en la fe para que ningún pensamiento perverso haga nido en nuestra alma.

En estos tiempos donde, casi sin querer, estamos bombardeados con diferentes formas de ver lo que sucede, yo te animo a perseverar pensando en Dios.  Pensá que Él te cuida. Pensá en Su soberanía.  Pensá en Su poder.  Pensá en Su amor….  Y nunca dejes de pensar que Él sigue teniendo control absoluto del universo, nada se escapa a su dominio soberano.  

Viví guardado por Su paz!!!  

Todo tiene su tiempo.  Todo tiene su razón de ser.  Todo pasará.  Solo Él y Su Palabra permanecen para siempre.

Buena y bendecida semana!!

Ptr. Carlos Nelson Ibarra