Una iglesia que ajusta sus pensamientos [Isaías 55:7-9]

La forma de pensar determina nuestras acciones, las acciones determinan nuestros hábitos y los hábitos determinan nuestro futuro.

La mente de Dios es muy elevada y está mucho más alta que la nuestra.  Él se guarda el derecho de tener una forma de pensar que escapa a nuestra comprensión.

La Iglesia que Dios quiere aprende a pensar a la forma de Dios.  

El pensamiento humano está viciado de maldad e iniquidad.  Eso gobierna nuestra conducta.  Cambiar la forma de pensar, y ajustarla a la de Dios, activa la misericordia y trae perdón, cambia nuestra conducta y así llegan los tiempos de refrigerio.

Nuestros pensamientos son inestables y nos alejan de Dios.  Debemos volvernos de esa inicua estructura mental para alcanzar misericordia.

Dios nos quiere cercanos e íntimos.  Él piensa en misericordia y perdón.   Sabe que estamos perdidos sin Él.  Su amor nos atrae.  Su amor vence por nosotros.  Su amor nos intima.

Si queremos cambiar el resultado de nuestras acciones, debemos ajustar nuestra mente para que se sujete a la forma de pensar de Dios.  Dejemos atrás la impiedad y crezcamos en misericordia y perdón.  Seamos cercanos e íntimos a Dios.  

La Iglesia que Dios quiere es aquella que ajusta sus pensamientos a los Suyos.

Es tiempo de pensar la vida a la forma de Dios y no a los clásicos, bajos, perdidos y limitados pensamientos humanos.

Insistir en pensar impíamente nos llevará a seguir actuando con impiedad.  

Ajustarnos a pensar como Dios quiere nos lleva a acciones poderosas y llenas de misericordia en el Señor.

 

Pr. Carlos Nelson Ibarra

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