Bienvenido a Casa [Efesios 2:19 ]

Cuando digo o me dicen “¡¡Bienvenido a casa!!” se agiganta en mí el sentido de pertenencia.  Es una de las expresiones que más llena mi espíritu.  Es una expresión que está solapada en el saludo que damos a los que vienen por primera vez los domingos.  Y también está allí cuando nos decimos: “¡¡qué bueno que viniste!!”.

Es una expresión que sale de mi espíritu cuando saludo a alguien que hace tiempo no veo.  Suelo decirle: ¡Bienvenido a casa!  - Y él/ella me responde: ¡pero… no he dejado de venir, pastor!  - A lo cual afirmo: ¡Mejor así! ¡Pueblo Nuevo es tu casa! ¡Bienvenido a casa!

Según Pablo ya no somos extranjeros ni advenedizos, somos conciudadanos de los santos, somos familia de Dios.  Cada vez que nos congregamos estamos en casa de Papá.  Por eso ¡Bienvenido a casa!

Somos personas creadas por Dios para vivir en familia. Necesitamos de la familia para crecer sanos y bendecido.  Si tu familia carnal o aún, si en algún momento, la familia en la fe no se comportó como querías; no es excusa para que te reniegues.  Él te puso en Su familia.  Ya no sos un extraño.  Ahora somos hermanos, somos familia en Dios.  

El Señor le prometió a Abraham: “en ti serán benditas todas las familias de la tierra”.  Esa promesa se la repitió también a Jacob y se cumplió en Jesucristo.  Es a través de Jesús que contamos con todas las bendiciones de Dios para ser y vivir en familia.

Antes se trataba de familia carnal, hoy se trata de una familia espiritual. Cada vez que nos reunimos en el nombre de Jesús, estamos en una reunión familiar.  En Pueblo Nuevo oramos y tratamos por todos los medios ser una gran familia.  Queremos vivir y ser familia para morada de Dios en nuestras vidas y en nuestro lugar.  Por eso entendemos que cada vez que nos juntamos a adorar al Padre estamos en Su casa.  No es una casa física y material, es una casa viva y espiritual.

Cuando vengas y te congregues decítelo y decile a otros: ¡Bienvenido a casa!

¡¡¡Un abrazo!!!

“y todas las familias de las tierra serán benditas y ti y en tu simiente” Gn. 28:14c

 

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